nuestro embudo de marketing llevará el tráfico hacia nuestra página de aterrizaje
Para crear un negocio necesitamos generar tráfico que nos atraiga clientes.
Con el tráfico que generemos construiremos un embudo de marketing para ir filtrando a las personas interesadas en nuestros productos
Pero, sin embargo, para ganar dinero con nuestro negocio no nos sirve cualquier tráfico, sino que necesitamos tráfico segmentado de personas que realmente tengan algo de interés en los productos que tenemos para ellos.
Así, el secreto está en convertir el tráfico que recibimos en nuestro blog en clientes, es decir en personas que han comprado alguno de nuestros productos.
La manera más sencilla de convertir el tráfico que recibimos en clientes es gracias a la segmentación que logramos al hacer pasar a nuestros visitantes por un embudo de ventas que va separando a los curiosos de las personas realmente interesadas, estos es los clientes potenciales.
Uno de los principales pasos en la construcción de un embudo de ventas de éxito es convertir el tráfico que recibimos en suscriptores de nuestra lista, para posteriormente aplicarles una estrategia de email marketing, estos es de envío de correos electrónicos con información de valor que genere una relación de confianza con ellos.
Y esto es porque gracias a los correos que enviamos en forma de secuencias combinando información con ofertas logramos ir poco a poco haciendo avanzar a nuestros suscriptores de curiosos a clientes y más tarde, al seguir con el envío de emails en clientes repetitivos que comprarán varios de nuestros productos.
Así, la clave es llevar el tráfico hacia una página de aterrizaje para que la gente se suscriba a nuestra lista y de esta manera empezar en nuestros suscriptores el embudo de marketing.
Como llevar tráfico hacia nuestra página de aterrizaje
Para generar tráfico a nuestra página de aterrizaje y empezar a construir nuestra lista podemos optar por el tráfico gratis o por el tráfico de pago.
Tráfico gratis
Cuando hablamos de tráfico gratis nos referimos a aquel por el que no tenemos que pagar, pero sí tenemos que esforzarnos en dedicar tiempo y esfuerzo para lograr atraer visitantes.
Para generar tráfico sin pagar un centavo tenemos que ser activos en nuestro blog, y publicar nuestros artículos también en las redes sociales, para lograr que la gente visite los contenidos que publicamos en nuestro blog y allí vea nuestra página de aterrizaje donde les invitamos a descargar un contenido interesante a cambio de su nombre y email
Es el principio de la construcción de nuestra lista de suscriptores.
Tráfico de pago
Es la forma más rápida de llevar tráfico a donde deseemos.
Pagamos por un anuncio que se mostrará a nuestros potenciales clientes y que les llevará como en el caso del tráfico gratuito a nuestra página de aterrizaje para que se conviertan en nuestros suscriptores y poder comunicar con ellos a través del correo electrónico.
El siguente paso en nuestro embudo de marketing es el email marketing
Tanto como si logramos crear nuestra lista de suscriptores de manera gratuita o de pago, el siguiente paso es crear una serie de correos electrónicos en los que daremos contenidos de calidad relativos a nuestro nicho y enfocados en los productos que promocionamos.
Esto tiene sentido desde el momento en el que el contenido gratis que ofrecemos nos sirve para que nuestros suscriptores empiecen a vernos como personas que saben de lo que hablan y nos posiciona como expertos, a la vez que genera una relación de confianza.
Esta confianza, además de la sensación de deuda ya que les aportamos valor de forma “desinteresada” hace que sean más receptivos hacia nuestras propuestas de compra a la hora de promocionar nuestros productos.
En resumen el proceso empieza llevando tráfico hacia nuestra página de aterrizaje para lograr suscriptores a los que posteriormente enviaremos una serie de emails de promoción y con contenidos de interés.
Esta es la mejor manera de convertir en dinero a las visitas que recibimos en nuestro blog, es decir es la mejora manera de monetizar nuestro tráfico.
